TL;DR
- Elinzanetant reduce sofocos 73.8% sin usar hormonas
- Primera terapia dual aprobada por FDA para síntomas menopáusicos
- Beneficia especialmente a pacientes con cáncer y problemas cardiovasculares
- Efectos secundarios leves: somnolencia, fatiga y dolor de cabeza
Por fin una alternativa real a las hormonas
Después de décadas de que las mujeres menopáusicas tuvieran que elegir entre sufrir los sofocos o arriesgarse con terapias hormonales, la FDA acaba de aprobar algo que parece sacado de una película de ciencia ficción: Elinzanetant, un medicamento que reduce los sofocos en un 73.8% sin usar una sola gota de estrógeno. No mames, ¿por qué tardaron tanto?
El estudio que cambia las reglas del juego
El estudio OASIS-3, publicado en JAMA Internal Medicine, no fue cualquier cosa. Más de 600 mujeres entre 40 y 65 años participaron durante 52 semanas, y los resultados son contundentes: el grupo tratado reportó apenas 1.4 episodios diarios de sofocos, frente a los 3.5 del grupo placebo. La doctora JoAnn Pinkerton, líder del estudio, lo resume así: «Este estudio confirmó la reducción rápida y significativa de los sofocos y demostró que estos efectos se mantienen a largo plazo». O sea, no es un alivio temporal que desaparece a las dos semanas.
¿Y qué pasa con las mujeres que no pueden usar hormonas?
Aquí es donde la cosa se pone interesante. Mientras Medicinaysaludpublica se enfoca en los datos duros del estudio, Yahoo Noticias destaca un punto crucial que muchos están pasando por alto: este medicamento beneficia especialmente a pacientes con cáncer o problemas cardiovasculares. El doctor Edgar Chávez explica que «esta alternativa no es hormonal, lo que le permite a mujeres con la enfermedad oncológica o con problemas cardiovasculares tratar síntomas de este periodo».
Pero ojo, no es magia pura
Los efectos secundarios existen, aunque según el estudio son «leves o moderados»: somnolencia, fatiga y dolor de cabeza. Lo interesante es que no se reportaron afectaciones en hígado, endometrio ni densidad ósea, que son justo los problemas que asustan a muchas mujeres con las terapias hormonales tradicionales. Sin embargo, aquí viene la pregunta incómoda: ¿por qué si este tratamiento es tan bueno, apenas ahora lo aprueban después de años de mujeres sufriendo?
El negocio detrás del alivio
Bayer, la farmacéutica detrás de Elinzanetant (que comercializarán como Lynkuet), ya celebra la aprobación. La doctora Yesmean Wahdan, jefa de Asuntos Médicos de Bayer en Norteamérica, afirma que «representa una nueva opción importante para mujeres que buscan alivio a los sofocos moderados o severos». Pero uno no puede evitar preguntarse: ¿cuánto costará este milagro farmacéutico? Porque si hay algo que sabemos de las farmacéuticas es que no regalan nada.
¿Realmente es seguro a largo plazo?
El estudio duró 52 semanas, que suena bien, pero la menopausia puede durar años. ¿Qué pasa después de 5 años de uso? Los investigadores dicen que no hay afectaciones en densidad ósea, pero ¿y en otros sistemas? La verdad es que con cualquier medicamento nuevo siempre hay ese temor de que aparezcan efectos secundarios raros años después. Aunque, pensándolo bien, las terapias hormonales tampoco son exactamente inocuas.
El verdadero cambio de paradigma
Lo que realmente importa aquí es que por primera vez las mujeres tienen una opción real fuera del «tómate hormonas o aguántate». Y no es poca cosa: según la OMS, la menopausia afecta a millones de mujeres entre 45 y 55 años, y hasta ahora ha sido «un tema poco atendido en los sistemas de salud y frecuentemente silenciado en el ámbito laboral y familiar». Este medicamento podría cambiar la conversación sobre cómo tratamos esta etapa de la vida.
La pregunta que nadie hace
Si este tratamiento funciona tan bien bloqueando los receptores de neuroquinina 1 y 3, ¿por qué no se desarrolló antes? ¿Será que la investigación sobre salud femenina siempre ha estado un paso atrás? O peor aún, ¿será que a la industria farmacéutica le convenía más vender terapias hormonales que requieren monitoreo constante? Las respuestas probablemente no las sabremos, pero al menos ahora hay una alternativa real sobre la mesa.


