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martes, noviembre 11, 2025

Los Malportados: cuando contratar mariachis se vuelve crimen organizado

El secuestro que revela cómo el narcomenudeo ya no distingue entre fiestas familiares y delitos

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TL;DR

  • Contrataron mariachis para fiesta familiar y terminaron secuestrándolos y quemándolos
  • Dos músicos con quemaduras del 80% y 25% del cuerpo, otros cuatro golpeados
  • Detenidos incluyen menores de 14 y 16 años operando como célula delictiva
  • Hallaron arma, cocaína e identificaciones de procuración de justicia entre lo asegurado

La fiesta que se convirtió en pesadilla

Imagina esto: te contratan para tocar en una celebración familiar, cumples con tu trabajo, y de repente te conviertes en rehén. Así empezó el sábado para seis mariachis que según Jornada fueron agredidos físicamente y quemados después de tocar en Iztapalapa. La bronca, según Es-us, empezó porque se negaron a pagarles. Pero aquí no estamos hablando de una simple pelea por dinero: estamos ante un modus operandi que huele a crimen organizado disfrazado de fiesta familiar.

Quemaduras del 80%: cuando la violencia no tiene límites

Los números duelen: un músico de 35 años con quemaduras en el 80% de su cuerpo, otro de 31 con el 25% afectado. No estamos hablando de golpes por una bronca de cantina, estamos ante tortura sistemática. Los paramédicos que llegaron a la calle Silos en Tlalpan documentaron lesiones que requirieron traslado hospitalario inmediato. Los otros cuatro músicos, de 31, 27, 22 años y uno que no dio datos, presentaban golpes en todo el cuerpo. Pero lo realmente escalofriante es la frialdad del procedimiento: los agresores los retuvieron todo el sábado, los torturaron, y recién el domingo por la noche los subieron a una camioneta negra para abandonarlos en Tlalpan.

Menores de 14 años en células delictivas: la nueva normalidad que duele

Entre los detenidos hay nombres que deberían estar en la escuela, no en celdas: Bruno Irving, Kevin Omar y Alexis, de 16 y 14 años. Jornada los identifica como menores, mientras Es-us menciona edades de 17, 16 y 14 años. La discrepancia en las edades es lo de menos frente al dato brutal: niños operando como parte de ‘Los Malportados’, una célula que según las investigaciones se dedica al narcomenudeo, extorsión y homicidio. ¿Cómo llegamos a que adolescentes de 14 años estén quemando mariachis? La respuesta duele más que las preguntas.

El botín que delata la operación criminal

Cuando la policía interceptó la camioneta en el Circuito Interior de Iztacalco, el hallazgo fue revelador: un arma corta, dos cartuchos útiles, 100 bolsitas moradas con cocaína, y 11 identificaciones personales. Entre esas identificaciones había una de una institución de procuración de justicia y cuatro tarjetas bancarias. Esto no es el equipaje de unos tipos que se enojaron por no pagar una fiesta – esto es el arsenal de una organización criminal que opera con impunidad. Las identificaciones robadas sugieren un patrón de delitos mucho más amplio que este secuestro específico.

La geografía del crimen: de Iztapalapa a Tlalpan pasando por Iztacalco

El recorrido criminal abarca tres alcaldías: la fiesta en Iztapalapa, el abandono en Tlalpan, y la captura en Iztacalco. Los monitoristas del C2 Norte ubicaron la camioneta circulando por Canal de Tezontle, lo que sugiere que estos tipos se mueven por la ciudad como si fuera su territorio. Cuando una organización puede secuestrar, torturar y desplazar víctimas a través de múltiples demarcaciones sin ser detectada inmediatamente, estamos ante un problema de seguridad que va más allá de un caso aislado.

¿Fiesta familiar o fachada criminal?

Aquí está el detalle que nadie quiere ver: contratar mariachis para una ‘fiesta familiar’ que termina en secuestro y tortura no es un delito espontáneo. Es la punta del iceberg de una operación que usa eventos sociales como carnada. Los mariachis pensaron que iban a trabajar, pero caminaron directo a una trampa. La pregunta incómoda es: ¿cuántas otras ‘fiestas’ de ‘Los Malportados’ han terminado así? ¿Y por qué tuvieron que sufrir quemaduras del 80% para que el sistema reaccionara?

La respuesta policial: eficaz pero tardía

Hay que reconocerlo: cuando los músicos llamaron al 911, el sistema funcionó. Los C2 Sur y Norte hicieron videoreplay, localizaron la camioneta, y la interceptaron con precisión. Los cinco detenidos -Juan Aarón Mancilla Meléndez (53), Vidal Francisco Haro Ramírez (35) y los tres menores- están ahora ante el Ministerio Público. Pero la eficiencia en la captura no borra la pregunta fundamental: ¿cómo es posible que una organización con menores de 14 años opere con esta impunidad en plena CDMX?

Al final, este caso no es solo sobre mariachis secuestrados. Es sobre cómo el crimen organizado se ha infiltrado en lo más cotidiano: las fiestas, los contratos de trabajo, la vida diaria. Cuando contratar música para celebrar se convierte en un riesgo de tortura, algo fundamental se ha roto en esta ciudad. Y lo peor es que los números sugieren que esto no es excepción, sino la nueva normalidad que duele aceptar.


Fuentes consultadas:

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  • Entre Líneas

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