TL;DR
- Hamás entregó 3 cuerpos de rehenes israelíes secuestrados en 2023
- Israel devolvió 45 cadáveres palestinos en respuesta
- La proporción es de 15 palestinos por cada israelí muerto
- Ya suman 270 cuerpos palestinos devueltos desde octubre
- El alto el fuego no impide que sigan muriendo civiles
La matemática macabra del conflicto
En Gaza, hasta los muertos tienen precio. Y según el acuerdo que documenta Proceso, la ecuación es simple: por cada cuerpo de rehén israelí que devuelve Hamás, Israel entrega 15 cadáveres palestinos. Este domingo, el intercambio fue de 3 por 45. No es un trueque de prisioneros, es un canje de muertos que habla de lo que esta guerra ha normalizado.
Los números que nadie quiere ver
Mientras DW reporta que Hamás anunció haber encontrado los cuerpos de «tres soldados israelíes capturados» en túneles del sur de Gaza, las autoridades gazatíes revelan una cifra que debería paralizarnos: de los 270 cuerpos palestinos devueltos por Israel hasta ahora, solo han podido identificar 78. El resto son números sin nombre, historias sin rostro en una guerra donde la deshumanización parece ser la estrategia principal.
El alto el fuego que no cesa la muerte
Aquí está la contradicción más brutal: mientras se negocia la devolución de cadáveres bajo un supuesto alto el fuego vigente desde el 10 de octubre, el Ministerio de Sanidad de Gaza denuncia que en las últimas 24 horas murieron dos palestinos más por ataques israelíes. Y no son los únicos: se han recuperado otros 8 cuerpos en zonas de las que se replegaron las tropas. El total de fallecidos desde que comenzó la ofensiva tras los ataques del 7 de octubre de 2023 ya supera los 68,875.
Los que se quedaron bajo los escombros
La cartera sanitaria gazatí insiste en algo que los titulares suelen omitir: «aún hay víctimas bajo los escombros y tiradas en las calles en zonas donde las ambulancias y los equipos de Protección Civil no han podido acceder». Esta frase, que parece sacada de una película de terror, es la realidad diaria en Gaza. Desde que comenzó el alto el fuego, se han documentado 238 muertos y 600 heridos, y se han recuperado 510 cadáveres más. Las cifras reales, advierten, podrían ser mucho mayores.
La burocracia de la muerte
Mientras Israel anuncia que los féretros de los rehenes «serán trasladados a Israel, donde serán acogidos durante una ceremonia militar» antes de ser analizados en el Instituto Nacional de Medicina Forense, en Gaza los equipos médicos «siguen manipulando los cuerpos en línea con los procedimientos y protocolos médicos aprobados». La diferencia en el tratamiento post mortem habla de las asimetrías que definen este conflicto: de un lado, ceremonias militares y análisis forenses; del otro, identificación masiva en medio de la catástrofe humanitaria.
¿Cuándo se volvió normal esto?
Lo más preocupante no son solo las cifras, sino cómo hemos naturalizado este intercambio macabro. Hamás ya había devuelto los restos de 17 de los 28 cadáveres que seguían en el enclave palestino, según DW. Israel ha entregado 270 cuerpos palestinos. Y mientras tanto, la Cruz Roja hace de mensajera en esta danza de la muerte donde los únicos que ganan son los que fabrican los ataúdes.
La pregunta incómoda que queda flotando es: ¿en qué momento aceptamos que el canje de cadáveres fuera noticia de portada en lugar de la señal de alarma definitiva de que algo está profundamente podrido en este conflicto?


