TL;DR
- Melissa igualó el récord del huracán más intenso en tocar tierra desde 1935
- 77% de Jamaica sin electricidad y apagón total de comunicaciones en zonas afectadas
- Primera vez que un huracán categoría 5 golpea directamente la isla en 174 años
- Autoridades enfrentan desafío sin precedentes para evaluar daños y coordinar ayuda
La bestia que nadie vio venir
Cuando Melissa tocó tierra en Jamaica el martes con vientos de 295 km/h, no solo se convirtió en el huracán más fuerte que jamás haya golpeado la isla caribeña, sino que igualó un récord que llevaba 90 años sin romperse. Según CNN, Melissa empató al huracán del Día del Trabajo de 1935 que devastó los Cayos de Florida con la misma combinación letal: vientos de casi 185 millas por hora y presión atmosférica de 892 milibares. La pregunta que queda flotando es: ¿cómo una isla que lleva 174 años registrando tormentas no estaba preparada para esto?
El silencio más aterrador
Lo más preocupante no son los techos volando ni los ríos desbordados, sino el silencio. «Hay un apagón total de comunicaciones en ese lado», admitió Richard Thompson, director general interino de la Oficina de Preparación para Desastres de Jamaica, según La Jornada. En pleno 2025, con satélites y tecnología de punta, las autoridades no pueden evaluar los daños porque literalmente no saben qué pasó en las zonas más afectadas. Más de 540,000 clientes -el 77% de la isla- están sin electricidad, creando un vacío de información que podría costar vidas.
«Los techos volaban» y la tierra se movía
Los testimonios que lograron filtrarse antes del apagón comunicacional pintan un panorama dantesco. «Los techos volaban», declaró Desmond McKenzie del Consejo de Gestión de Riesgos a CNN. En St. Elizabeth, una de las jurisdicciones más afectadas, la situación es tan grave que McKenzie simplemente dijo: «está bajo el agua». Tres familias quedaron atrapadas en Black River, pero las cuadrillas de rescate no pudieron llegar por lo peligroso de las condiciones. La ironía cruel: tenían la tecnología para saber que la tormenta venía, pero no para rescatar a sus ciudadanos cuando llegó.
La tragedia humana detrás de las categorías
Mientras los meteorólogos hablaban de categorías y récords, en Jamaica la realidad era más cruda. Un árbol cayó sobre un bebé en el oeste de la isla, según reportó el senador Abka Fitz-Henley a La Jornada. Cuatro hospitales sufrieron daños y uno quedó sin electricidad, forzando la evacuación de 75 pacientes en plena emergencia. El primer ministro Andrew Holness no tuvo más remedio que declarar al país «zona de desastre», una medida que suena más a rendición que a planificación.
El costo que nadie quiere calcular
«No hay infraestructura en la región que pueda soportar una tormenta de categoría 5», admitió Holness antes de que Melissa tocara tierra, según CNN. La declaración suena a excusa anticipada, pero también a una verdad incómoda: ¿de qué sirven los sistemas de alerta temprana si la infraestructura colapsa igual? DW documenta que la tormenta superó en potencia a Katrina, que arrasó Nueva Orleans en 2005. La diferencia es que Jamaica no tiene los recursos de Estados Unidos para recuperarse.
La paradoja de la preparación
Lo más absurdo de esta tragedia es que todos sabían que venía. Jamaica evacuó a 15,000 personas a refugios, Cuba movilizó a 650,000. Pero cuando Melissa mostró su verdadera cara, las evacuaciones parecieron gestos simbólicos frente a la furia de la naturaleza. «La pregunta ahora es la velocidad de la recuperación. Ese es el desafío», dijo Holness. Pero la verdadera pregunta es: ¿cuántas Melissas más podrán soportar estas islas antes de que el cambio climático las vuelva inhabitables?
Lo que viene: de Jamaica a Cuba y más allá
Mientras Jamaica lidia con su apocalipsis particular, Melissa ya se dirige a Cuba como categoría 2, según DW. La isla socialista, que ya enfrenta una grave crisis económica con apagones prolongados y escasez de combustible, ahora suma este nuevo desafío. El presidente Miguel Díaz-Canel prometió que «no se dejará a nadie atrás», pero la realidad es que Melissa no discrimina entre sistemas políticos ni niveles de desarrollo. Solo destruye.
El gobierno de Estados Unidos dice que está desplegando equipos de respuesta, pero mientras tanto, en Jamaica siguen sin poder comunicarse con las zonas más afectadas. El jueves esperan reabrir los aeropuertos para distribuir suministros, pero ¿de qué sirven los suministros si no saben dónde enviarlos? Melissa no solo rompió récords meteorológicos, sino que expuso las limitaciones de nuestros sistemas de respuesta ante desastres de esta magnitud. Y lo peor es que, con el cambio climático, esto podría ser solo el principio.


