TL;DR
- La vulvovaginitis explotó a 12,841 casos en 2025 – 2,053 más que el año anterior
- El herpes genital registró 150 diagnósticos, un aumento de 40 casos respecto a 2024
- Mientras tanto, sífilis congénita cayó de 25 a solo 4 casos en un año
- Las autoridades sanitarias insisten en prevención, pero los números siguen subiendo
El desmadre que nadie quiere ver
Imagina que en tu ciudad hay más de 12 mil personas con una infección que causa picazón, irritación y dolor al orinar. No, no es una pesadilla distópica – es la realidad de San Luis Potosí en 2025. Según el Boletín Epidemiológico más reciente, la vulvovaginitis se disparó a 12,841 casos, un aumento brutal de 2,053 diagnósticos respecto al año pasado. Y como si fuera poco, el herpes genital anda en 150 casos, 40 más que en 2024. La pregunta obligada: ¿qué carajos está pasando con la educación sexual en el estado?
La paradoja de las cifras: ¿triunfo o fracaso?
Aquí viene lo curioso: mientras estas dos enfermedades se van a las nubes, otras ETS muestran mejorías notables. La sífilis congénita -esa que se transmite de madre a hijo durante el embarazo- pasó de 25 casos en 2024 a solo 4 este año. Según Planoinformativo, esta reducción es significativa porque hablamos de bebés que nacen con una infección que puede tener «consecuencias severas». La gonorrea también bajó de 80 a 57 casos, y el VIH registró una ligera disminución de 347 a 341 diagnósticos. Entonces, ¿por qué demonios el herpes y la vulvovaginitis se comportan como si estuvieran en rebeldía?
El elefante en la habitación: la prevención selectiva
Parece que en San Luis Potosí tenemos un problema de enfoque. Las campañas de salud sexual parecen estar funcionando para algunas enfermedades, pero completamente fallidas para otras. Antenasanluis documenta que las autoridades sanitarias «reiteraron la importancia de la prevención, la educación sexual y el diagnóstico oportuno». Suena bien en el papel, pero cuando ves que el herpes genital afecta a 59 hombres y 91 mujeres, y la vulvovaginitis suma más de 12 mil casos, queda claro que algo no está funcionando. ¿Será que estamos educando para prevenir lo visible y descuidando lo incómodo?
Cuando los números cuentan una historia incómoda
Detrás de estas cifras hay una realidad que duele: la vulvovaginitis no es solo «molestias al orinar» – es inflamación, picazón constante y calidad de vida por los suelos. El herpes genital genera «lesiones dolorosas y recurrentes» que pueden reaparecer toda la vida. Mientras celebramos que la candidiasis urogenital bajó de 3,100 a 2,584 casos, o que la tricomoniasis se redujo en 75 diagnósticos, estas dos enfermedades rebeldes nos recuerdan que la salud sexual no es un juego de suma cero. No podemos conformarnos con mejorar en algunos frentes mientras otros se incendian.
¿Y ahora qué, autoridades?
El panorama que pintan estos boletines epidemiológicos es claro: tenemos una epidemia silenciosa que crece mientras miramos para otro lado. Con 341 nuevos casos de VIH en lo que va del año y 526 diagnósticos de sífilis adquirida, está claro que el problema no es la falta de información, sino la efectividad de esa información. Las cifras de Potosinoticias muestran que cuando algo funciona -como la reducción drástica de sífilis congénita- los resultados son espectaculares. El reto ahora es replicar ese éxito con las enfermedades que se resisten a bajar. Porque de nada sirve tener menos gonorrea si el herpes anda campante por las calles potosinas.


