TL;DR
- Checo afirma que ningún piloto sobrevive como compañero de Verstappen
- Revela que el auto está configurado 100% al estilo del neerlandés
- En 90 carreras juntos, Checo solo le ganó 11 veces en puntos
- Hamilton y Leclerc estarían «condenados» en ese puesto según Pérez
- La rotación de pilotos en Red Bull confirma el patrón
La confesión que Red Bull no quería que saliera
Sergio Pérez soltó la bomba que muchos sospechaban pero nadie se atrevía a decir en voz alta: el segundo asiento en Red Bull es una trampa mortal para cualquier piloto que no se llame Max Verstappen. En una entrevista con Sky Sports F1, el mexicano fue brutalmente honesto: «No hay ningún piloto que pueda sobrevivir allí. Da igual que Hamilton o Leclerc estén al volante, todos estarían condenados».
Los números que no mienten
La estadística es demolente. Durante las cuatro temporadas que compartió garaje con Verstappen (2021-2024), Checo disputó 90 Grandes Premios y solo pudo superar al neerlandés en 10 clasificaciones y 11 carreras. Es decir, en el 88% de las competencias terminó por detrás de su compañero. Reforma documenta que Pérez conoce bien lo que implica ese puesto, y ahora compadece a sus sucesores.
El secreto mejor guardado de Milton Keynes
Pero aquí está el verdadero meollo del asunto, el que Infobae destaca: el monoplaza está diseñado exclusivamente para el estilo de conducción de Verstappen. «Tienes que adaptarte constantemente a sus necesidades, así de simple», confesó Checo. No es que el auto sea malo, sino que su equilibrio es tan específico que si no lo manejas como Max, estás completamente perdido.
La lista de víctimas sigue creciendo
El patrón es claro como el agua: Daniel Ricciardo, Pierre Gasly, Alex Albon, Sergio Pérez, Liam Lawson y ahora Yuki Tsunoda. Todos pasaron por la trituradora. Tsunoda, el actual ocupante del asiento caliente, solo ha podido superar a Verstappen una vez en 18 jornadas, y fue cuando el neerlandés abandonó en Austria. ¿Casualidad? Checo dice que no.
¿Por qué nadie lo había dicho antes?
Aquí está la pregunta del millón: si esto es tan evidente, ¿por qué ningún otro excompañero había sido tan explícito? Checo lo explica con crudeza: «No me gusta criticar a los pilotos que están ahí, porque yo también estuve en esa posición. Sé exactamente por lo que están pasando». Es la solidaridad del que conoce el infierno desde adentro.
El futuro que nadie quiere
Mientras Red Bull sigue buscando quién ocupará ese asiento en 2026 -con nombres como Isack Hadjar o Arvid Lindblad en la mesa- la advertencia de Checo resuena como campana de iglesia: entrar ahí sabiendo que el auto no está hecho para ti es como firmar tu sentencia de muerte deportiva. Y lo peor es que todos lo saben, pero el prestigio de manejar para un equipo campeón sigue siendo irresistible.
La verdad incómoda
Checo Pérez, con sus 35 años y la experiencia de haber sido subcampeón del mundo en 2023, finalmente dijo lo que todos callaban: en Red Bull hay un piloto número uno y luego todos los demás. No importa tu talento, tu palmarés o tu reputación. Si no eres Max Verstappen, estás condenado a luchar contra un auto que no está hecho para ti. Y eso, en la Fórmula 1 del siglo XXI, es como pedirle a un nadador que gane una carrera con las manos atadas.


