TL;DR
- Google anunció Project Suncatcher: satélites con procesadores IA cerca del Sol para 2027
- La IA consume energía como país y podría duplicar su demanda antes de 2030 según la AIE
- Los chips TPU de Google ya resistieron pruebas de radiación espacial en aceleradores de partículas
- SpaceX dice que podría desplegar centros de datos orbitales desde 2026, Google para 2027
- El gran reto no es técnico sino económico: necesitan lanzamientos a menos de $200 por kilo
No es ciencia ficción, es desesperación energética
Sundar Pichai, el CEO de Google, lo anunció como si fuera el próximo gran hito tecnológico: «¡Nuestros procesadores se van al espacio!». Pero detrás del entusiasmo de Elpais hay una realidad más cruda: la inteligencia artificial se está comiendo la red eléctrica mundial y los gigantes tecnológicos están desesperados por encontrar soluciones.
Project Suncatcher, el nombre épico que Google le puso a esta locura, pretende mandar satélites con procesadores especializados en IA a órbitas cercanas al Sol a partir de 2027. La idea es aprovechar esa energía solar que, según Pichai, «emite más de 100.000 millones de veces la producción total de electricidad de la humanidad». Suena impresionante hasta que te das cuenta de que estamos hablando de una medida desesperada ante una crisis que ellos mismos crearon.
La IA se volvió un monstruo energético
Según documenta Xataka, la Agencia Internacional de la Energía estima que el gasto eléctrico de los centros de datos podría duplicarse antes de 2030, impulsado por la explosión de la IA generativa. Sam Altman, el CEO de OpenAI, ya lo había advertido en Davos 2024: «No hay manera de llegar sin cambios drásticos».
Lo curioso es que mientras Altman y otros ejecutives invierten de su bolsillo en fusión nuclear -una tecnología que sigue siendo más promesa que realidad- Google apuesta por lo que parece salido de una novela de Arthur C. Clarke. Pero aquí está el detalle: no están solos en esta locura.
La carrera espacial 2.0 ya empezó
Eltiempo reporta que tanto Google como Nvidia tienen proyectos para trasladar la computación avanzada más allá de la atmósfera. Pero el movimiento más concreto vino de Starcloud, una startup que ya puso en órbita un satélite del tamaño de un refrigerador con una GPU de Nvidia.
Y aquí viene lo bueno: Elon Musk afirma que SpaceX podría desplegar centros de datos en órbita desde el próximo año. Sí, 2026. Mientras Google habla de 2027 para sus primeras pruebas, Musk promete producción masiva usando la infraestructura de Starlink. La ironía es que el satélite de Starcloud fue lanzado precisamente por un cohete de SpaceX. Todos se tiran flores mientras se montan en el mismo cohete.
Los números que no cuadran
La parte más reveladora del análisis de Yahoo es la económica: según cálculos citados por The Guardian y Ars Technica, un centro de datos orbital solo sería económicamente comparable a uno terrestre si el precio del lanzamiento cae por debajo de los 200 dólares por kilo hacia mediados de la década de 2030.
Actualmente, lanzar un kilo al espacio cuesta miles de dólares. SpaceX ha logrado bajar los costos drásticamente, pero todavía estamos muy lejos de esos 200 dólares por kilo. Mientras tanto, Google anuncia que sus chips TPU Trillium ya resistieron pruebas de radiación en aceleradores de partículas y podrían soportar misiones de cinco años en órbita baja.
El problema que nadie menciona: la basura espacial
Todos hablan de la energía solar constante y la mejor refrigeración en el vacío, pero Yahoo señala el elefante en la habitación: el peligro de impactos con basura espacial. Ya tenemos un problema serio con los desechos orbitales, y ahora queremos llenar el cielo con constelaciones de satélites que procesen IA.
Christopher Limbach, profesor de la Universidad de Michigan, lo resume perfectamente: «Será necesario un trabajo de ingeniería». Pero añade que se trata más de una cuestión de costos que de viabilidad técnica. O sea, el problema no es si se puede hacer, sino si vale la pena el precio.
¿Realmente es la solución o solo otro moonshot publicitario?
Google llama a esto un «moonshot», inspirándose en su historia de proyectos ambiciosos como la computación cuántica y los autos autónomos. Pero hay una diferencia fundamental: aquellos eran apuestas a futuro, mientras que Project Suncatcher es una respuesta a una crisis actual.
La pregunta incómoda que nadie hace: ¿No sería más sensato optimizar el consumo energético de la IA en lugar de lanzar hardware al espacio? Los defensores argumentan que los centros de datos orbitales serían menos dañinos para el medioambiente, pero eso ignora la contaminación de los lanzamientos de cohetes y el riesgo de crear más basura espacial.
Jeff Bezos, que sabe algo del tema con Blue Origin, estima que la viabilidad comercial de estos proyectos podría tomar hasta el doble del tiempo que prometen Google y SpaceX. Mientras tanto, seguiremos viendo anuncios épicos de tecnología que resolverá todos nuestros problemas… algún día.
Fuentes consultadas:
- Elpais – Google planea mandar al espacio sus centros de datos para impulsar la IA
- Eltiempo – La nube se va al espacio: estos son los proyectos fuera de la Tierra que tienen Google y Nvidia para potenciar la IA
- Xataka – Los centros de datos de IA consumen demasiada energía. El plan ‘moonshot’ de Google es llevarlos al espacio
- Es-us – Empresas tecnológicas preparan centros de datos de inteligencia artificial en órbita


