Los nuevos aranceles: un golpe directo a la inversión
En un clima donde la tensión comercial entre México y Estados Unidos alcanza nuevas alturas, como si de un guion de drama se tratara, el sector de la construcción tiembla y no precisamente por un terremoto. Estados Unidos, en su afán por amagar con aranceles más altos, está logrando congelar la inversión en México, advirtió Juan Manuel López Acevedo, un peso pesado en la Directiva de la Cámara Mexicana de la Industria de la Construcción (CMIC) en San Luis Potosí.
Impacto transversal en la economía
López Acevedo explicó que esto no es simplemente un golpe a un sector, sino un rodillazo a la economía entera. Sin inversión, los proyectos quedan en pausa, los empleos se evaporan y la economía, que ya no corría una maratón, ahora se ve obligada a descansar. «El efecto dominó está a la vuelta de la esquina», pareciera advertir López Acevedo con voz de profeta.
La sombra de Trump sobre las exportaciones
Con los nuevos aranceles anunciados por el ex presidente Donald Trump, dirigidos tanto a las exportaciones automotrices como a las de acero y aluminio, la confianza empresarial anda paseando en un hilo delgado. El miedo es que muy pronto, ese hilo no soporte más el peso de la incertidumbre. La inversión extranjera, que alguna vez fue reina del baile, ahora está buscando otro salón para desplegar su gala.
A pesar de todo, optimismo en San Luis Potosí
Juan Manuel mantiene viva la llama de la esperanza al señalar que, por lo menos en San Luis Potosí, las industrias proveedoras de acero para la construcción no anticipan que los precios de estos insumos suban al cielo. Podría ser peor, al menos esos costos no parecen aliarse en esta confabulación económico-política.
Construcción de vivienda: ¿Imbatible ante la tormenta?
Afortunadamente, el sector de la construcción de vivienda, donde el acero y el aluminio son el pan de cada día, no espera ver aumentos significativos de costos a corto plazo. Parece que en esta ocasión, el tejado resistirá el chaparrón, aunque algunos esperan con paraguas en mano por si acaso.
Así que, mientras el panorama general pinta un cuadro más oscuro que la noche, San Luis Potosí se aferra a sus propias luces. Algunos dirán que es resiliencia, otros que es un desafío. Lo cierto es que, en este juego de ajedrez comercial, San Luis Potosí sigue moviendo sus piezas, con el firme empeño de no rendirse antes de tiempo.