Lo que inició como un operativo para combatir el crimen en el Estado de México terminó convirtiéndose en una película de bajo presupuesto donde los protagonistas, supuestos guardianes de la ley, fueron captados ‘barbeando’ la justicia al sembrar droga en barberías y peluquerías.
Durante el ‘Operativo Atarraya’, la Fiscalía del Estado de México aseguró 312 establecimientos en 20 municipios bajo el argumento de que algunos eran utilizados para el narcomenudeo y otras actividades ilícitas. Hasta aquí, la historia sonaría a un golpe contra la delincuencia… si no fuera por los videos que comenzaron a circular en redes sociales.
La escena del crimen (montado)
Imágenes de cámaras de seguridad muestran a presuntos agentes de la fiscalía ingresando a barberías sin presentar órdenes de cateo. En los clips, se observa a algunos de estos servidores ‘públicos’ arrojando pequeños paquetes al suelo con la sutileza de un mago barato. No se trataba de un simple descuido, sino de lo que muchos dueños de los establecimientos denunciaron como una ‘siembra’ de evidencia para justificar las clausuras.
Uno de los videos más compartidos muestra a un hombre con uniforme que, en un movimiento digno de un novato en un juego de cartas, deja caer un objeto sospechoso mientras revisa el local. «Así me plantaron la droga… qué decepción de las autoridades. ¿En quién podemos confiar?», escribió Armando Mohacid Esquivel, propietario de una barbería en Toluca, al compartir las imágenes.
En otro clip, se escucha a un comerciante confrontando a un agente: «Me sembraste la droga», le dice, a lo que el funcionario responde con la clásica frase de manual: «Te puedo poner a disposición por tu actitud». Si algo faltaba en este show era un guion mejor trabajado.
‼️MÁS VIDEOS DE LA @FiscaliaEdomex SEMBRANDO EVIDENCIA (DROGA) EN BARBERÍAS DEL #EDOMEX‼️ pic.twitter.com/7nzBJMCj9C
— Fernando Cruz (@FernandoCruzFr) February 9, 2025
Según la Fiscalía del Estado de México, el operativo tenía como objetivo cerrar puntos de venta de droga y desarticular espacios usados por el crimen organizado. Justificaron la acción con 84 órdenes de cateo aprobadas por el Poder Judicial. Sin embargo, según los testimonios de varios afectados, estas órdenes nunca fueron mostradas en los establecimientos allanados.
Ante la indignación y el temor de perder sus negocios, los barberos y peluqueros del Edomex decidieron organizarse. A través de redes sociales, convocaron a una manifestación pacífica para este lunes 10 de febrero en la Ciudad de México. La marcha saldrá del Monumento a la Revolución con destino al Palacio Nacional, donde esperan ser escuchados por la presidenta Claudia Sheinbaum.
«Nos quieren hacer ver como delincuentes cuando lo único que hacemos es trabajar. No nos vamos a quedar callados», dijo José Luis Ramírez, propietario de una peluquería en Naucalpan, quien también aseguró que su negocio fue clausurado de manera injustificada.
Fiscalía se finge sorprendida y promete investigar
Con la presión mediática en aumento, la Fiscalía del Estado de México no tardó en emitir un comunicado prometiendo investigar las denuncias por abuso de autoridad y siembra de evidencias. «Revisaremos los procedimientos llevados a cabo en el ‘Operativo Atarraya’ para garantizar que se hayan seguido los protocolos correspondientes», indicaron en su informe.
Pero si algo hemos aprendido en este país es que las investigaciones de las autoridades suelen durar más que una fila en el IMSS y, en muchos casos, terminan en el mismo lugar: en el archivo de pendientes eternos.
Una crisis de credibilidad en aumento
Este episodio se suma a una larga lista de casos en los que las fuerzas del orden parecen confundir su rol con el de villanos de una serie policíaca de mal guion. La siembra de evidencias es una práctica denunciada desde hace décadas, pero pocas veces queda tan expuesta como en esta ocasión, gracias a la tecnología y la valentía de ciudadanos que no temen compartir la verdad.
Mientras tanto, cientos de dueños de barberías en el Estado de México enfrentan el cierre de sus negocios, la pérdida de ingresos y el estigma de ser catalogados como criminales sin pruebas reales.
Habremos de ver si la Fiscalía logra recuperar algo de credibilidad o si, una vez más, el caso se esfuma como espuma de afeitar. Lo cierto es que, por ahora, la justicia en Edomex necesita un buen corte… y no precisamente de cabello.