TL;DR
- El estudio DECAF con 200 pacientes demostró que el café no aumenta arritmias
- Cada taza adicional reduce 3% el riesgo de arritmias según JAMA Internal Medicine
- Pacientes con fibrilación auricular que toman café tienen 23% menos eventos cardíacos
- Los antioxidantes del café combaten inflamación que causa arritmias
El mito que se derrumba con cada taza
Por décadas, el consejo médico fue claro: «si tienes problemas del corazón, evita el café». Resulta que estábamos tomando el consejo equivocado. El Excelsior documenta cómo estudios masivos con más de 386,000 personas en Reino Unido encontraron que cada taza adicional de café reduce el riesgo de arritmias en un 3%. No es poca cosa cuando hablamos de la condición cardíaca más común del mundo.
Cuando la ciencia corrige a los doctores
El doctor Gregory Marcus, cardiólogo de la Universidad de California en San Francisco, lo dice sin rodeos en As: «Me sorprendió la magnitud del efecto protector». Su estudio DECAF -el primer ensayo clínico aleatorizado sobre el tema- siguió a 200 adultos mayores durante cuatro años y encontró que el café no solo es seguro para quienes tienen arritmias, sino que podría prevenir su recurrencia. Imagínense: años de pacientes dejando su café matutino por indicación médica, cuando quizá era lo que más los protegía.
Los números que no mienten
La evidencia se acumula como granos en una bolsa de café premium. Un meta-análisis de 2022 con 723,000 participantes encontró que cada taza diaria adicional reduce el riesgo de fibrilación auricular en 2%. Pero el dato más contundente viene de pacientes que YA tienen el diagnóstico: aquellos que toman café a diario tienen 23% menos riesgo de eventos cardiovasculares graves como infartos o muerte cardiovascular. Yahoo Noticias reporta que incluso los cardiólogos más escépticos como Samer Kottiech reconocen que estos hallazgos obligan a replantear protocolos.
¿Por qué el café se convirtió en el héroe inesperado?
La respuesta está en la química, no en la magia. El café está cargado de antioxidantes como los ácidos clorogénicos que combaten la inflamación y el estrés oxidativo -dos factores clave en el desarrollo de arritmias. Además, su efecto diurético moderado ayuda a reducir la sobrecarga de volumen en el corazón. Y aquí está el giro irónico: la cafeína, ese compuesto que todos culpábamos, en dosis moderadas puede mejorar la actividad física y la alerta, lo que indirectamente beneficia el ritmo cardíaco.
La dosis perfecta existe
No se trata de tomar café como si fuera agua. La ciencia sugiere que el punto dulce está entre 2 y 3 tazas al día. En pacientes con fibrilación auricular, quienes consumían esta cantidad mostraron el menor riesgo de complicaciones. El estudio DECAF demostró que incluso una sola taza al día tiene efectos protectores. Pero ojo: estamos hablando de café, no de lattes cargados de azúcar y crema batida que convierten una medicina potencial en un problema metabólico.
El cambio de paradigma que viene
Estamos ante uno de esos raros momentos donde la ciencia corrige décadas de consejo médico bien intencionado pero erróneo. El Excelsior señala que esto «obliga a replantear el viejo consejo de que ‘quien tiene FA debe evitar el café'». Lo que antes era prohibición ahora podría convertirse en prescripción. Claro, con las salvedades de siempre: consultar al médico personal, considerar condiciones individuales y recordar que la moderación es clave.
¿Y ahora qué les decimos a los que dejaron el café?
Queda la pregunta incómoda: ¿cuántos pacientes pasaron años privándose de su café favorito por un consejo médico que la ciencia ahora desmiente? El doctor Marcus lo vive en su consultorio: «Es muy común que me encuentre con pacientes que han dejado de tomar café con cafeína únicamente porque su médico se lo ha indicado». El cambio no será inmediato -la medicina avanza lento- pero cada estudio como DECAF acerca a más personas a recuperar ese placer matutino sin culpas. Al final, la ciencia confirma lo que los amantes del café siempre supieron: esa taza humeante es más que una bebida, es un ritual que ahora resulta que también cuida el corazón.


